miércoles, noviembre 26, 2008



...y les estaba sujeto (Lc. 2, 51)Tamaño de fuente



Jesús en seguida se fue con ellos, y vino a Nazaret, y les estaba sujeto (Lc. 2, 51)

Lucas resume treinta años de vida de Jesús diciendo que estaba sujeto a sus padres, la Sagrada Escritura no consigna otro dato de la vida de Jesús hasta los treinta años: y les estaba sujeto, les obedecía...

En la acción de estarse sujetos, una mano se sujeta a otra mano que a su vez la sujeta, y así como la mano del chico es la que se aferra para no soltarse, su confianza estará sin embargo en la mano de su padre que la sujeta. No es en su fuerza en la que confía, más allá de que no dejará de hacer su aporte, sino que solo será la confianza en quién si puede conducirlo la que le da la paz y la seguridad.

Más adelante, cuando Jesús emprenda su vida pública, su enseñanza será que ha venido a hacer la Voluntad de su Padre, y le estará sujeto hasta su muerte en la cruz.

Me interpela aquí el ejemplo de Jesús a reflexionar en la forma en que manejo mis decisiones para discernir cuando es mi voluntad y no Su Voluntad la que dirige mi vida, y para poder estarme a El sujeto.
em+

jueves, noviembre 20, 2008

...es menester haya siempre qué quemar

Libro de la Vida
Santa Teresa de Jesús


Capítulo 30

20. Parece también como un fuego que es grande y, para que no se aplaque, es menester haya siempre qué quemar. Así son las almas que digo. Aunque fuese muy a su costa, querrían traer leña para que no cesase este fuego. Yo soy tal que aun con pajas que pudiese echar en él me contentaría, y así me acaece algunas y muchas veces; unas me río y otras me fatigo mucho. El movimiento interior me incita a que sirva en algo -de que no soy para más- en poner ramitos y flores a imágenes, en barrer, en poner un oratorio, en unas cositas tan bajas que me hacía confusión. Si hacía o hago algo de penitencia, todo poco y de manera que, a no tomar el Señor la voluntad, veía yo era sin ningún tomo, y yo misma burlaba de mí.
Pues no tienen poco trabajo a ánimas que da Dios por su bondad este fuego de amor suyo en abundancia, faltar fuerzas corporales para hacer algo por El. Es una pena bien grande. Porque, como le faltan fuerzas para echar alguna leña en este fuego y ella muere porque no se mate, paréceme que ella entre sí se consume y hace ceniza y se deshace en lágrimas y se quema; y es harto tormento, aunque es sabroso.
21. Alabe muy mucho al Señor el alma que ha llegado aquí y le da fuerzas corporales para hacer penitencia, o le dio letras y talentos y libertad para predicar y confesar y llegar almas a Dios. Que no sabe ni entiende el bien que tiene, si no ha pasado por gustar qué es no poder hacer nada en servicio del Señor, y recibir siempre mucho.
Sea bendito por todo y denle gloria los ángeles, amén.


El Señor es quién enciende el fuego en nuestro Corazón y es Él quién lo mantiene.
En nuestra pequeñez pretendemos hacer algo, y eso está bien, pero no somos nosotros ni nuestro esfuerzo lo que mantendrá la llama ardiendo, la llama que arde es la presencia de Dios en nuestro Corazón y está allí porque El nos ama y ha decidido hacernos caminar a su encuentro.
De todos modos, el Señor quiere que hagamos el esfuerzo y nos entreguemos a esa tarea para que así veamos nuestra impotencia, lo poco que es todo el esfuerzo del hombre y lo grande del regalo que nos da por Gracia, todo es Gracia, todo es Gratis, todo es Amor.
Nuestro esfuerzo es necesario pero no porque sea lo que mantendrá la llama encendida sino porque es la nada que El quiere de nosotros para entregarnos lo Todo.

em+

martes, noviembre 11, 2008

Te seguiré adondequiera que vayas - Lucas 9: 57

Jesús hace el primer llamado a Pedro a Seguirle

Mateo 4
18 Caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos,
Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar,
pues eran pescadores,
19 y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.»
20 Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron.

Pedro es llamado personalmente pero a la misma vez junto al resto de sus hermanos.
Pedro, que es laico y está abocado a su trabajo, debe dejar todo y seguirlo.
Podemos identificar este llamado al del Bautismo que nos invita a seguir a Jesús. Todos los Cristianos estamos llamados a éste seguimiento, aunque en su esencia es un llamado individual, a cada uno en particular, es al mismo tiempo general para todo el pueblo Cristiano.

Pedro vive su vida como un seguimiento a Jesús:

Mateo 16
13 Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a
sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?»
14 Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros,
que Jeremías o uno de los profetas.»
15 Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?»
16 Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»

Pedro camina con Jesús en sus travesías.
Lo reconoce como el Hijo de Dios Vivo.

Mateo 16
22 Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo: «¡Lejos
de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso!»
23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás!
¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino
los de los hombres!
24 Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos
de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
25 Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su
vida por mí, la encontrará.

Pedro pone de sí todo lo que tiene para dar, todo lo que tiene para dar está basado en sus capacidades humanas. Sus pensamientos, y por tanto sus fuerzas, no son las de Dios sino las de los hombres.
Cristo le pide ahora para seguirlo no solo dejar las redes, cosa que ya hizo, sino dejarse a sí mismo para seguirlo.

Pedro, luego de dejarlo todo, recibe el segundo llamado a seguir a Jesús

Lucas 22;61 - Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: «Antes que el gallo cante, me negarás tres veces». 62Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.

Cuando Pedro en la noche de la Pasión de Jesús lo niega tres veces cae en la cuenta de su debilidad y de su impotencia. Es como si muriese el viejo Pedro, el que quería hacer las cosas con sus fuerzas y su dedicación. Ya no volvemos a ver al Pedro de antes en el resto de los relatos del Evangelio.
En éste punto se quiebra el Pedro confiado en Sí mismo.

Juan 21
1 Después de esto, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a
orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera.
2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael,
el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos.
3 Simón Pedro les dice: «Voy a pescar.» Le contestan ellos: «También
nosotros vamos contigo.» Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche
no pescaron nada.

Pedro está volviendo a su vida de Pescador, y sale de nuevo al mundo, a la pesca.
Es de noche y la pesca es infructuosa, es de Noche, noche del espíritu.
La negación hasta de sí mismo para seguir al Señor lo ha conducido a la noche.

4 Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no
sabían que era Jesús.

Está amaneciendo y ve a Jesús en la orilla, o también está saliendo de la purgación.
Jesús lo espera con el fuego para volver a calentar su espíritu y para darle Alimento para la nueva travesía. Al igual que a Elías, antes de enviarlo hasta la cueva en el torrente, donde se le manifestará el Señor.

5 Díceles Jesús: «Muchachos, ¿no tenéis pescado?» Le contestaron:
«No.»
6 El les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.»
La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces.
7 El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el
Señor», se puso el vestido - pues estaba desnudo - y se lanzó al mar.

Es un Jesús distinto, apenas si lo reconocen, no es como lo conocían mientras estaba en el mundo, aunque saben que es El. Hace entonces un signo, el de la pesca, para que no teman, que sepan que es El.
Pedro está desnudo ( la desnudez de los apetitos )
Ahora renace el espíritu en Pedro, se apura, se pone la túnica y se arroja al mar.
Los Judíos comen la cena Pascual con la Túnica ceñida, en señal de estar caminando, o sea el ponerse la Túnica en Pedro es señal que está dispuesto a caminar. El arrojarse al Mar, lo mismo que el navegar Mar adentro, es símbolo de seguirlo a donde sea, es arrojarse confiado al lugar a donde El esté.

8 Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los
peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos.
9 Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre
ellas y pan.
10 Díceles Jesús: «Traed algunos de los peces que acabáis de pescar.»
11 Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes:
ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red.
12 Jesús les dice: «Venid y comed.» Ninguno de los discípulos se
atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», sabiendo que era el Señor.
13 Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el
pez.
14 Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos
después de resucitar de entre los muertos.
15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de
Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te
quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.»
16 Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le
dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis
ovejas.»
17 Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se
entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le
dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús:
«Apacienta mis ovejas.

Jesús pegunta a Pedro si lo ama, como para que Pedro entienda que lo que Jesús busca en el es el Amor con que se corresponden las Almas que se aman. Estamos aquí empezando a hablar de desposorio espiritual. Debe estar basado en el Amor. Pedro no entiende esto, el sabe que lo ama, Jesús se lo hace repetir como para que Pedro sepa que lo que le va a regalar es precisamente porque lo ama, porque se aman. Pedro, que sabe que lo negó, no llega a entender que Cristo le está haciendo ver que lo sigue amando.
Le encarga el cuidado de sus ovejas, o sea, le encarga su propia Misión de Pastor, lo que es revestirlo de sus mejores Joyas, que son sus propias ovejas. Lo reviste como el Novio a la Novia con sus mejores Joyas para el desposorio. Le pone la corona, lo ha revestido de su propio tesoro, el pastoreo de las Almas de los Hombres.

18 «En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te
ceñías, e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus
manos y otro te ceñirá y te llevará adonde tú no quieras.»
19 Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a
Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme.»

Le anuncia que de ahora en mas, no va a disponer mas de sus decisiones ni de su vida, irá donde lo lleven y lo vestirán otros. Ese Pedro tan fuerte y autosuficiente se hace obediente y débil. El apóstol Pablo incluso lo corregirá en sus actitudes y él lo aceptará, es otro Pedro el que vive luego de la Noche.
Es el Amanecer como dice el texto, es el nuevo día, es la nueva Vida.

20 Pedro se vuelve y ve siguiéndoles detrás, al discípulo a quién Jesús
amaba, que además durante la cena se había recostado en su pecho y le
había dicho: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?»
21 Viéndole Pedro, dice a Jesús: «Señor, y éste, ¿qué?»
22 Jesús le respondió: «Si quiero que se quede hasta que yo venga,
¿qué te importa? Tú, sígueme.»

Jesús le pide que lo siga. Es el segundo llamado y el definitivo. Santa Teresa habla de su segunda Conversión. El llamarlo y el responder al llamado es una misma operación, se ve esto en el texto cuando a continuación del Sígueme, Pedro se da vuelta y ve al discípulo amado que los viene siguiendo, no hay en este caso redes que dejar para seguirlo, es todo un mismo movimiento. Esta segunda Conversión de Pedro es toda acción de Jesús, Pedro no debe ni puede hacer nada, es todo regalo.

Al ver Pedro al discípulo que los sigue pregunta por él a Jesús, y la respuesta de Jesús es que no se preocupe de nada, que ésta intimidad a la que lo lleva es solo entra Dios y Pedro, que Dios ama a todos los hombres, pero el entrar en la segunda llamada, en el Matrimonio espiritual, es individual para cada Alma, y le repite: Tú Sígueme.

Nada mas se dice luego en Juan de lo que Dios habla o regale a Pedro, es un diálogo entre Almas Enamoradas y su Intimidad es Privada.
Todo el Camino de Pedro fue entre los Hombres, la Iglesia y su vida, lucha y fracasos del mundo, pero ahora, luego de la Purgación y los fracasos viene el Señor e introduce a Pedro a su bodega, a su intimidad.

Nuestra Invitación al Carmelo trata sobre ésta segunda llamada, la llamada a la intimidad con el Señor. Pero al igual que Pedro, solo después de que hayamos pasado por la noche tendremos un amanecer con Jesús que nos espera con el fuego encendido para compartir con El el fruto de nuestro trabajo.
El enciende el fuego, El provee los peces, el pan, el calor y el descanso que nos fortalecerá para la travesía que deberemos solitariamente recorrer hacia su encuentro.
Para ese encuentro espiritual, para ese desposorio para el que el Señor nos reviste de sus propias joyas y para el cual romperá El mismo la tela para el dulce encuentro.

em+